miércoles, 29 de octubre de 2008

Fin

Creo que esto ya no da mucho más de si....gracias a todos/as.

Un abrazo fuerte.

jueves, 16 de octubre de 2008

Movimiento Fonético Revolucionario


Cuando nada ni nadie parece que puedan alegrarme el día, divago sin rumbo por un mundo imaginario de palabras mágicas que surgen de todas las neuronas de mi cerebro, y de repente, sin buscarlo, sin quererlo ni desearlo, una de ellas, saltando como una langosta, se ha colocado por encima del resto, grabándose con fuerza en mi mente.

Como esa cancioncilla que odias, pero que no puedes dejar de tararear en cuanto dejas de pensar en no hacerlo, esa palabra se ha hecho omnipresente dentro de mi cabeza, y volcando unos contenedores atravesados en mis líneas de pensamiento, y lanzando cócteles molotov y cascotes de córtex a mi ejército de antidisturbios de control emocional, está reclamando a gritos independencia, libertad, poder, sonoridad, pronunciamiento, y me exige ser gritada en alto y arrojada al mundo.

Pero los humanos tenemos nuestras normas sociales, y al igual que se entiende como decoroso no ejercer nuestra desnudez en cualquier sitio, tampoco lo es soltar lo que nos venga en gana a los cuatro vientos, ni gritar cualquier inconveniencia por ahí, a no ser que estemos al amparo de la privacidad de la soledad, o a una distancia prudencial de cualquier otra persona, núcleo urbano o cámara de seguridad...pero esta palabra que intenta dar un golpe de estado en mi organismo, no juega con balas de fogueo. No se trata de un levantamiento inofensivo, planeado de manera chapucera al estilo de Tejero, García Carrés y Mas Oliver, en cualquier tasca, delante de unas bravas y unos tintorros. Se trata de una ofensiva con visos y opciones de triunfo, porque este vocablo traidor se ha preparando a conciencia, escondiéndose durante días, quien sabe si no meses, acechante, conspirador, como un agente secreto de la guerra fría, formado clandestinamente en las escuelas del Mossad a las afueras de Tel-Aviv, y que con precisión de neurocirujano, me ha pillado desprevenido y ya no estoy seguro de si podré detenerlo.

Mis defensas empiezan resquebrajarse y no se cuanto tiempo conseguiré mantenerme firme, evitando ceder políticamente a sus exigencias, porque es una sensación que me consume, y estoy llegando al punto en el que solo puedo recurrir a las defensas puramente físicas, es decir, morderme la lengua y apretar los labios con fuerza, intentando tararear esa cancioncilla de la que hablaba antes, y que ahora que la necesito para suplantar con ella al vocablo insurgente, la muy cabrona no aparece por ninguna parte, y probablemente estará disfrutando de unas vacaciones pagadas en mi hipotálamo con dinero del cartel lingüístico revolucionario.

Y es entonces cuando decido que necesito aliviar la urgencia, ceder las riendas de mi comportamiento racional a las ínfulas de grandeza de una simple palabra, que ni siquiera es precisamente original, ni hermosa, pero que va a lograr su objetivo, poniéndome en evidencia delante de todo el mundo.

Abro mi boca lentamente, y como el agua de una bañera llena hasta los bordes cuando le quitas el tapón del desagüe, la palabra sale disparada de mi cerebro, convirtiéndose en micro-milésimas de segundo en aire rebotado, trasformado por mis traidoras cuerdas vocales, por mi vendida lengua y por mi fariseo paladar, entre otra larga serie de cobardes y débiles partes de mi organismo, y así, en medio de una multitud expectante ante mi actitud, cuanto menos paranoica…. grito.

viernes, 3 de octubre de 2008

Situación ligeramente complicada

Cuando un gran oso rabioso te asalta en el camino y al darte la vuelta para escapar, te encuentras un caimán de cinco metros que quiere convertirte manifiestamente en su cena, piensas en correr, pero a tu alrededor se levantan una docena de cobras reina dispuestas a clavarte sus ponzoñosos colmillos al más leve de tus movimientos. Es entonces cuando miras al cielo, buscando respuestas….solo para darte cuenta de que varios enjambres de avispas negras africanas planean sobre tu cabeza ululando salvajemente con el firme propósito de lanzarse en picado sobre ti, por lo que piensas en hacerte el muerto arrojándote al suelo pero….un pequeño pellizco en el tobillo derecho te obliga a cerciorarte de que tienes ambos pies introducidos en una charca de apenas quince centímetros de profundidad, plagada de lo que parecen ser cientos de pirañas asesinas amazónicas que se arremolinan en grandes grupos al olor de la comida… y en la completa desesperación decides que lo único que te queda por hacer es…cantar, puesto que la música amansa a las fieras…pero sabes que es una gilipollez que no se la cree ni Félix Rodríguez de la Fuente...da igual....no hay más opciones...pero en tu estado lamentable de estrés vital, tu entonación se resiente, y tus gallos inhumanos que intentan asemejarse remotamente una tonadilla de Bustamante, alarman a una manada de elefantes africanos salvajes que carga contra ti…pisoteando y aplastando al plantígrado rabioso que concentrado en atacarte, no los ve venir por su espalda…mira, por lo menos ya no tienes que preocuparte del puto oso…ni quizás de una o dos de las cobras…el caso es que aunque la adrenalina y el miedo corren por tus venas y todo pasa como a cámara lenta, se te termina el tiempo, y los peligros que te acechan confluyen a la vez....

¿Qué pensamientos pasarán por la mente de una persona a punto de ser arrollada por paquidermos, mordisqueada por un caimán de cinco metros y por varias docenas de pirañas asesinas, mientras un enjambre de avispas y cobras gigantes van a cebarse en su piel sin descanso? Porque eso de que ves pasar toda tu vida en un instante por “delante de tus ojos” no se lo cree ni Iker Jiménez, en todo caso ves pasar “por encima de tus ojos” toda una manada de elefantes por un instante...realmente corto, eso si.
Pregunta: ¿Qué pasaría por tu mente ante semejante situación ligeramente complicada?

Al mejor pensamiento (al que me guste más, vaya) le corresponderá un gato chino de la suerte…si, de esos dorados que mueven el bracito así y así….genial ¿no?