Ayer abrí el grueso candado de la puerta de mi viejo almacén del egoísmo y la insensatez humana. Allí dentro, entre decenas de promesas, sueños y recuerdos llenos de polvo y telarañas, junto a un desinflado y deformado balón de baloncesto, bajo una sábana blanca, me topé con el cuerpo inerte de Zumadicción.
Frío, abandonado, tal y como yo mismo lo dejé hace unas semanas. Lentamente, posé mi mano arrepentida en su frente, susurré una avergonzada y sincera disculpa junto a su oído, y, tras unos segundos de concentración, en lo más profundo de mis anhelos, encontré lo que buscaba, el interruptor que activa nuestro circuito de la decisión y el compromiso.
Lo pulsé, y tras unos pequeños chispazos eléctricos se hizo la luz, y Zumadicción abrió lentamente los ojos, se desperezó, moviendo lentamente sus músculos, sus articulaciones, y mirándome serenamente, me dijo:- Sabía que regresarías, que no me dejarías para siempre, y no me equivoqué.
No le contesté…¿Qué le puedes decir a una morfologización humana de un blog que te habla? Si le hubiera contestado algo, me habría ido directamente al psiquiatra más cercano para que me diera un tratamiento de choque.
Por eso no dije nada, simplemente pasé mi brazo por encima de su hombro pixelado….y me lo llevé de cañas. Ahora que lo pienso, y citando a Rick Blade…este puede ser “nuevamente”, el principio de una gran amistad.
Frío, abandonado, tal y como yo mismo lo dejé hace unas semanas. Lentamente, posé mi mano arrepentida en su frente, susurré una avergonzada y sincera disculpa junto a su oído, y, tras unos segundos de concentración, en lo más profundo de mis anhelos, encontré lo que buscaba, el interruptor que activa nuestro circuito de la decisión y el compromiso.
Lo pulsé, y tras unos pequeños chispazos eléctricos se hizo la luz, y Zumadicción abrió lentamente los ojos, se desperezó, moviendo lentamente sus músculos, sus articulaciones, y mirándome serenamente, me dijo:- Sabía que regresarías, que no me dejarías para siempre, y no me equivoqué.
No le contesté…¿Qué le puedes decir a una morfologización humana de un blog que te habla? Si le hubiera contestado algo, me habría ido directamente al psiquiatra más cercano para que me diera un tratamiento de choque.
Por eso no dije nada, simplemente pasé mi brazo por encima de su hombro pixelado….y me lo llevé de cañas. Ahora que lo pienso, y citando a Rick Blade…este puede ser “nuevamente”, el principio de una gran amistad.
5 comentarios:
Bienvenido de nuevo, me alegra que estés de vuelta.
Tienes suerte de tener esa fuerza que te impide dejar tu zumadiccion. Nos seguirás sorprendiendo día a día y post a post.
Gracias por no cambiar.
Saludos
Igual que Zumadicción yo también sabía, esperaba que fuera una pausa que todos necesitamos en ciertas ocasiones...ahora lo has despertado. Él ha comprendido y sin ningun reproche te acompáñó de cañas porque el psiquiatra además de costoso, a esas horas estaría en los brazos de Morfeo.
Bienvenido mister Zuma...no pases de largo ein...
besos
Los zumadictos nos quedamos tranquilos; periódicamente, tendremos nuestro chute de humor, poesía, relatos, las cosas de esta vida...
Disfruta con tu blog como nosotros disfrutamos leyéndote y viendo el mundo a través de tus fotografías.
¡Feliz regreso!
La leyenda del Ave Fenix relata la historia de un ave capaz de renacer de sus propias cenizas. Es un símbolo universal de la muerte generada por el fuego,la resurrección, la inmortalidad y el sol. También representa la delicadeza ya que vive sólo del rocío sin lastimar a ninguna criatura viviente.
Me alegra muchísimo ver que tu blog renazce cual Ave Fenix. Felicidades. :-)
Un besazo.
¡Bien, bien, bien y requetebien! Sabía que el arte se te iba a derramar por las venas si no lo dejabas, a dosis pequeñas y maravillosas, en este pozo de gratas sorpresas que es Zumadicción. Ya tenía mono de Zuma. ¡Bien, bien, bien!
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