martes, 11 de septiembre de 2007

Inconformismo

Piedras de Cala Pilar (Menorca 2007).


Quien no sabe lo que tiene, y lo valora en su justa medida, nunca podrá llegar a ser feliz. Es un hecho que nunca valoramos suficiente lo que tenemos en cada momento.

Yo mismo soñaba con un trabajo que me proporcionara gratificantes retos intelectuales, responsabilidad, un camino en el que progresar y aprovechar mi formación y mis capacidades, y un mejor sueldo. Y en esas estoy, tengo todas esas cosas en mayor o menor grado, pero echo en falta tiempo para mi mismo, para hacer cosas, para rescatar mi casi ni estrenada caja de óleos, para quitarle el polvo a mi guitarra, para jugar un partido de basket, para dedicarle un rato a los amigos, para escribir en este Blog…..y eso era lo único que sí tenía en mi anterior empleo, tiempo.

Y como ahora no lo tengo, cuando me ofusco, tiraría a la basura todos los bonitos objetivos alcanzados, con tal de contar con un par de tardes a la semana para mis cosas. Pues eso mismo podemos aplicarlo a todas las situaciones de la vida. Pero conseguirlo todo, el equilibrio perfecto, el trabajo perfecto, el amor perfecto, la vida perfecta, es algo imposible, o al alcance de muy pocos.

Pensamos que siempre se puede mejorar, creemos que hay una opción de vida que nos hará más felices, o simplemente nos aburrimos de la actual….y no aprovechamos ni vivimos plenamente cada experiencia presente pensando ya en el cambio.

Que contrariedad. Somos cantos rodados que se mueven al son de lo que ordenan las tempestades de nuestro inconformismo.

1 comentario:

Circe dijo...

Te pongo algo de Khalil Gibrán

- Los siete egos -

( extracto de su libro: " El Loco " )

En la hora más silente de la noche,mientras estaba yo acostado y dormitando, mis siete egos sentáronse en rueda a conversas en susurros, en estos términos:
Primer ego: - He vivido aquí, en este loco, todos estos años, y no he hecho otra cosa que renovar sus penas de día y reavivar su tristeza de noche. No puedo soportar más mi destino, y me rebelo.
Segundo ego:- Hermano, es mejor tu destino que el mío, pues me ha tocado ser el ego alegre de este loco. Río cuando está alegre y canto sus horas de dicha, y con pies alados danzo sus más alegres pensamientos. Soy yo quién se rebela contra tan fatigante existencia.
Tercer ego:- ¿ Y de mí qué decís, el ego aguijoneado por el amor, la tea llameante de salvaje pasión y fantásticos deseos?. Es el ego enfermo de amor el que debe rebelarse contra este loco.
Cuarto ego:- El más miserable de todos vosotros soy yo, pues sólo me tocó en suerte el odio y las ansias destructivas. Yo, el ego tormentoso, el que nació en las negras cuevas del infierno, soy el que tiene más derecho a protestar por servir a este loco.
Quinto ego:- No; soy yo, el ego pensante, el ego de la imaginación, el que sufre hambre y sed, el condenado a vagar sin descanso en busca de lo desconocido y de lo increado... soy yo, y no vosotros, quién tiene más derecho a rebelarse.
Sexto ego:- Y yo, el ego que trabaja, el agobiado trabajador que con pacientes manos y ansiosa mirada va modelando los días en imágenes y va dando a los elementos sin forma contornos nuevos y eternos... soy yo, el solitario,el que más motivos tiene para rebelarse contra este inquieto loco.
Séptimo ego:- ! Qué extraño que todos os rebeleis contra este hombre por tener a cada uno de vosotros una misión prescrita de antemano!!Ah!!Cómo quisiera ser uno de vosotros, un ego con un propósito y un destino marcado! Pero no; no tengo un propósito fijo: soy el ego que no hace nada; el que se sienta en el mudo y vacío espacio que no es espacio y en el tiempo que no es tiempo, mientras vosotros os afanáis recreándoos en la vida. Decidme, vecinos,¿quién debe rebelarse: vosotros o yo?.
Al terminar de hablar el séptimo ego, los otros seis lo miraron con lástima, pero no dijeron nada más; y al hacerse la noche más profunda, uno tras otro se fueron a dormir, llenos de una nueva y felíz resignación.
Sólo el séptimo ego permaneció despierto,mirando y atisbando a La Nada, que está detrás de todas las cosas.


( Deseo que te haya gustado)