Castrillo de los Polvazares (León), 2007.
Busco una respuesta. ¿Es libre el perro, que pudiendo ir a donde quiera, se queda a la sombra del viejo carro, esperando plato diario de comida que su amo le brinda?. ¿Es libre el trabajador que se ata a una subsistencia basada en los pequeños placeres y comodidades que nos brinda la modernidad y la sociedad de consumo, pero a cambio, renuncia a los que le brinda su condición humana y racional?¿Hacemos lo que realmente queremos, o lo correcto, o lo que necesitamos, o por el contrario vivimos en un bosque de mentira, tapados por los árboles de la manipulación cultural e informativa, por convencionalismos y miedos que crea la sociedad que nosotros mismos forjamos?
Quien más y quien menos, todos y todas hemos pensado alguna vez en cambiar nuestras vidas, en dar ese gran salto vital que nos dará la felicidad plena. Pero lo vamos postergando, y nunca nos decidimos, o al menos muy pocos lo hacen. Lo valoramos ese día que tras una hora y media para llegar a casa, después de otras diez encerrados en una oficina, nos descubrimos a nosotros mismos metiendo una pizza congelada en el horno, y enchufándonos a cualquier cosa banal y estúpida en la tele. Es sólo un ejemplo, pero hay más.
Tengo amigos que piensan el el gran cambio, cuando se descubren con treinta años, un viernes por la noche, llegando a casa solos y usando la llave con cuidado para no despertar a sus padres, y otros que lo piensan cuando hartos de esperar esa gran oportunidad, se dan cuenta de que les aguarda un futuro negro de contratos basura y pisos compartidos.
En esas ocasiones, y en otras muchas, nos preguntamos entonces que estamos haciendo mal. ¿Por qué no mandamos la parte de nuestras vidas que no nos satisface a tomar vientos y nos machamos a otro lugar, o hacemos lo que realmente no habría apetecido hacer, o cambiamos nuestra conducta, o nuestra rutina, o nuestra profesión, quien sabe si nuestro destino?.
Es dificil, lo sé: amigos, familia, dinero, pasados, presentes, futuros, dogmas, creencias, tabús, convencionalismos, rutinas, esperanzas, realidades, enfermedades, miedo, control, planificación, incertidumbre, pereza, conformismo, consejos, mimetismos, escusas, mentiras, guiones, valor, realismo o inconsciencia.
Siempre hay algo que nos impide saltar. O quizás sea la ausencia de algo la que frustra nuestros grandes planes. Pero al no poder dar ese paso, nosotros mismos nos estamos poniendo las cadenas ¿Somos entonces iguales que el perro que pudiendo ir a cualquier parte, se queda a la sombra del carro esperando su plato de comida?, ¿somos realmente libres?.