domingo, 18 de enero de 2009

Noche de Lluvia

¿Por qué envuelve mi corazón la pena
en mis noches de lluvia?
¿Por qué cuando en los árboles sopla
el viento del invierno me causan dolor fantasmas
por mí amados, más allá de la tierra excavada?
¿Por qué sus almas en el viento buscan las casas?
Es resucitado un mundo
al que cubre la tarde y fluye un recuerdo
fluye un recuerdo
fluye un recuerdo

Mis amados bajo el viento y la lluvia.
Mientras escucho sus pasos en el pasillo
y atraviesan sus risas el vestíbulo de sombras
hacia mí, se reaviva en mis ojos su imagen.
Beso esa frente y acaricio aquel pelo
palpo la manga de una camisa caliente
huelo el nudo de una corbata
y percibo sus miradas brillantes de deseo
profundas tras el horizonte
y oigo esos corazones ávidos
latiendo en la espera.
¿Con qué escribieron un mañana que no vendrá?
¡oh, muerte cruel; objeto de perdición!
¿Con qué lo escribieron, patrimonio del destino?

Los árboles agitan
el viento del invierno y cae la lluvia
y cae la lluvia
y cae la lluvia.

Fadwa Tuqan

¡¡¡Viva la Lucha del Pueblo Palestino!!!

1 comentario:

Circe dijo...

Ser en la vida romero,
romero solo que cruza siempre por caminos nuevos.
Ser en la vida romero,
sin más oficio, sin otro nombre y sin pueblo.
Ser en la vida romero... sólo romero.
Que no hagan callo las cosas ni en el alma ni en el cuerpo,
pasar por todo una vez, una vez solo y ligero,
ligero, siempre ligero.
Que no se acostumbre el pie a pisar el mismo suelo,
ni el tablado de la farsa, ni la losa de los templos,
para que nunca recemos, como el sacristán los rezos,
ni como el cómico viejo digamos los versos.
La mano ociosa es quien tiene más fino el tacto en los dedos,
decía el príncipe Hamlet,
viendo cómo cavaba una fosa y cantaba al mismo tiempo,
un sepulturero.
No sabiendo los oficios los haremos con respeto.
Para enterrar a los muertos,
como debemos,
cualquiera sirve, cualquiera.. menos un sepulturero.
Un día todos sabemos hacer justicia.
Tan bien como el Rey hebreo,
la hizo Sancho el escudero,
y el villano Pedro Crespo.
Que no hagan callo las cosas ni en el alma ni en el cuerpo.
Pasar por todo una vez, una vez solo y ligero,
ligero,siempre ligero.
Sensibles a todo viento,
y bajo todos los cielos,
poetas, nunca cantemos,
la vida de un mismo pueblo,
ni la flor de un huerto.
Que sean todos los pueblos,
y todos los huertos nuestros.

León Felipe ( Autorretrato)




Un saludo afectuoso Jorge :-)