Vulnerables como una gota de lavavajillas. Efímeros como una pompa de jabón. Cada uno crece y vive como quiere, o como puede, o como se lo permiten, haciendo más o menos espuma, más o menos ruido, hasta que todos nos diluimos a distintas velocidades, para ser únicamente, una brillante y finísima capa de recuerdos impresa en aquellos que nos han conocido, querido, amado u odiado.
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1 comentario:
Leyendo este post y los anteriores, salvando las distancias, recuerdo a Milán Kundera en su famosa "Insoportable levedad del ser". Leo una dosificada mezcla de política, filosofía, amor, historia, realidad y ficción por partes, más o menos, iguales,(bueno en la política se te va un poco la mano ;)) y el resultado, un blog en el que, siempre, me resulta un placer entrar
Besos wapeton
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